Dos invenciones del pensamiento griego dieron a la matemática valor cultural perenne: el método de razonamiento deductivo y la descripción de la naturaleza. El razonamiento deductivo, en su más poderosa efectividad, es matemática; el mecanismo lógico que ésta emplea es incomparablemente más variado, más sutil y más creador de coordinaciones nuevas que el de cualquiera otra rama del saber.
Y el hallazgo genial de aprisionar en expresiones literales los fenómenos de la materia, y aun relaciones al parecer inaprehensibles, ha proporcionado el gigantesco progreso técnico de nuestros días. Por esto, en lo que al hombre concierne, la matemática hizo rigurosa una fundamental dirección del discurso, y facilitó el elemento básico y el lenguaje adecuado para idealizar la complejidad de la naturaleza y reducirla a una sencillez comprensible, lo que equivale a preparar al hombre para abordar el conocimiento de los fenómenos, conquistarlos y dominarlos; rasgo elemental de la porfiada aspiración humana.
De aquí que el estudio del proceso histórico de estas dos adquisiciones, además de completar y perfilar el aprendizaje de la matemática, nos muestre un aspecto capitalísmo de nuestra cultura. Preocupación cardinal del autor ha sido la de presentar una estimativa correcta, procurando destacar lo que la realidad y el tiempo han situado y mantenido en primer plano de importancia, y establecer la gradación hacia ideas menores, aunque también valiosas. Esto, y la reglada división en períodos y subperíodos, con la nota característica de cada uno, dan la sistematización didáctica que requiere estudio tan vasto.
Una interpretación de "Historia de las matemáticas" de Eric Temple Bell.