El buen juez no se tambalea...pues siempre encuentra un punto de apoyo.
Ocurrió en la Corte de Justicia de Rudkoeping, Dinamarca. Al comenzar, el juez se dio cuenta de que el abogado defensor tenía un perro sentado a sus pies.
-Saquen enseguida ese animal de la sala- ordenó a los ujieres.
-Perdone, excelencia- replicó el abogado- pero éste es mi perro y no hay en nuestro país una ley que prohíba la presencia de un perro en una sala de audiencias.
El juez titubeó un segundo y dijo con calma:
-Tiene usted razón. Pero existe una ley que prohíbe la presencia en ésta sala de los menores de 18 años. Por tanto se mantiene la expulsión: ¡que salga el perro!
Que mala la expulsión del perro, coincido no hay ley para que ese perro deje esa sala, lo de menores de 18 años es referencia a los humanos no al perro
ResponderEliminarun beso, nos vemos
Carmen
y que mal salió el pobre perro
ResponderEliminarsaludos
carlos
Juez inculto, cualquiera sabe que cada año-perro equivale a 7 años-humano así que edad tenía para quedarse ahí.
ResponderEliminarEl perro podría haber contestado que era mayor de edad aunque no tuviera 18 años.
ResponderEliminarSaludos
jajaja, me ha gustado la anécdota. Si te quieren fastidiar con "j" lo hacen, y lo mejor de todo es que utilizan la ley. Otra lectura es que la utilizan cuando les interesa.
ResponderEliminarUn besito :-)
Una vez vi en un restaurante una prhibición de entrada para niños y perros, no entré por supuesto, supuse que dentro del restaurante habría demasiados capullos porque no tenían prohibida la entrada. Seguro que ese juez es cliente habitual del restaurante.
ResponderEliminarBesos