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viernes, 15 de junio de 2018

Ojos para el espectáculo


Nosotros, los del anfiteatro.
Ojos para ver el espectáculo...
Veo la tragicomedia en que se ha convertido todo. Sin chispa alguna de talento. Todo va de frases hechas:
Poner en valor
El relato
Postureo
Populismo
La zona de confort
Y lo último es ya casi como una astracanada:
¡Llorar sin lágrimas!
Llora el ministro que se va...
Llora Rajoy en su despedida...
Llora el que se va, llora el que se queda, llora el que llega...
Quisiera escribir algo más ¡Pero es que me da la risa!
Ja, ja, ja, ja.
Creen conmovernos, pero ya les tenemos muy calados y eso no cuela.

domingo, 3 de junio de 2018

...de las cenizas...


El San Sebastíán que más me gusta a mi es el de Botticelli, sí, sí, más que el de Mantegna, Perugino, Zurbarán, el Greco...
Quizás sea porque el de Botticelli muestra más el dolor sin necesidad de mostrarlo...esas manos que no forcejean con las cuerdas que le sujetan al árbol tras la espalda. Ya sé que en ese árbol no hay cuerdas. Quizás quiso el pintor sugerir que no hacen falta; que basta con la voluntad del asaetado. Y por eso ese rostro sereno, casi irreal...como si no temiese a la muerte. Quizás porque tenía alma de soldado...

Y ante ese sufrimiento que precede a la muerte y que ya la veía ante sus ojos...resulta que ese no fue su final. Resulta que no murió (según se comenta entre bastidores), resulta que cuando los arqueros ya le dieron por muerto, un amigo, uno que antes le había negado, como San Pedro negó al Mesias, lo desató del árbol, se lo llevó... y lo salvó.

Y...

sigo contemplando el cuadro...y de pronto me fijo en esa flecha que tiene clavada en el muslo...quizás eso sea un dolor que le atará para siempre...y  entonces yo me quedo pensando, expectante ¿Hasta dónde le herirá esa flecha?

Bienvenido, Señor Presidente.


Y está bien que vuelva la mirada apartándola de esos focos...
Porque ahora hay que pasar página; porque ahora ya estamos en otra pantalla...