.

.

lunes, 14 de abril de 2014

El medievo



La expresión ‘Edad Media’ surgió a principios  de la época del Renacimiento. Con esto se quería referir a todo ese periodo de tiempo entre la Antigüedad y el Renacimiento, llegándose a considerar a esa época como de “Siglos oscuros” y aún en un término más peyorativo, de “larga noche de mil años”. La expresión ‘medieval’ se usa incluso hoy en día en sentido negativo para expresar todo aquello que es autoritario y rígido.

Según los eruditos, se estudiaban las costumbres medievales a la luz de las escrituras llamadas Sagradas, y saliendo de ese mundo  monástico de frailes bien cebados. No todos los estudiosos de las filosofías relacionadas con el cielo vestían hábito marrón, ni pertenecían a una Iglesia Sagrada y Apostólica.

Pero ¿Cuándo empieza la Edad Media? Según el escritor Jostein Gaarder, utilizando un símil lo explica de la siguiente manera: Supongamos que una hora son cien años. Imaginemos que Jesús de Nazaret nació a media noche y que el Emperador Constantino reformó su doctrina cuatro horas después… a las cuatro de la madrugada. Luego fueron las cinco, las seis y las siete (Edad Media) la larga noche… las ocho, las nueve y las diez, (no se rían, nada que ver con Sabina) seguía siendo Edad Media, cuando ardían las abadías. Después vinieron las grandes catedrales (Alta Edad Media) Y la Iglesia tuvo por fin el monopolio de la enseñanza. Empieza el Renacimiento, el renacimiento de la cultura antigua, y claro, entonces surgen las preguntas: ¿Qué relación  había entre los filósofos griegos y lo que decía la Biblia? ¿Había una contradicción entre la Biblia y la razón?¿Serían compatibles la fe y la razón? Había que volver a revisar toda la literatura de Platón y Aristóteles, ver las conexiones entre San Agustín y San Pablo. Todo eso metido en una coctelera con unas gotas de las ideas de Plotino y, ¡Eureca! Todo es uno, Y más tarde tres; como muchas de las religiones paganas.

Pero aún quedaba algo: el asunto del Mal. 


 
Era el escollo más grande. Muchos Padres  de la Santa Iglesia Romana no lo tenían muy claro. A sí que recurren a  San Pablo, que era tanto o más listo que San Agustín; conocedores del pecado en sus propias carnes y que supieron con ingenio tapar la boca a los malpensados: “¿Pero quien eres tú, hombre, que protestas contra Dios? ¿Puede lo que está formado decir al que lo formó, porqué me hiciste así? ¿No es el alfarero el señor de la arcilla para que del mismo material pueda hacer una vasija fina y una vasija barata?”

Atrás quedaba el monje medieval. La Curia Romana seguiría construyendo grandes catedrales en honor a Dios por esas vasijas finas (seres humanos privilegiados) explotando a esos otros que son “vasija barata”.

8 comentarios:

  1. Interesante reflexión. Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Una reflexión que desde aquella época tenemos y qué bien lo has expuesto!!!
    Cariños…

    ResponderEliminar
  3. En menudo lío te has metido. Del medievo me gusta su arquitectura sobria y fría, posiblemente porque en el sur lo que tenemos es todo lo contrario.

    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Ahora han fichado al Papa Francisco.
    No sé cuanto han pagado por el traspaso.
    Parece que la toca bien y ve portería con facilidad.
    Quizás durante unos años ganen la liga de las religiones.

    Besazos.

    ResponderEliminar
  5. Una reflexión erudita e interesante para un simposio,acerca del medioevo. Personalmente creo que en él se gesta el renacimiento y de oscuro... sólo el interior de sus templos. Un saludo afectuoso y felicitaciones por tu blog, cuya información precisa.

    ResponderEliminar
  6. Si "la historia no fuera algo que no sucedió contado por alguien que no estuvo allí" tal vez nos acercaríamos un poco a la verdad... si la Iglesia no hubiera quemado a quienes daban a luz a saberes que se oponían a los dogmas eclesiásticos y no hubieran que mado tampoco muchos libros más que interesantes pues otro gallo cantaría... entre Constantino, Teodosio, y unos cuantos patriarcas y papas nos la liaron parda... pero la gente ha asimilado que la fe es creer sin ver... San Agustín era Seguidor de las enseñanzas de Platón... Pablo de Tarso era un judio helenizante... y Constantino un seguidor de Mitra que vio en el cristianismo una oportunidad para uncir a toda la humanidad con el yugo de la fe ciega y los dogmas del poder... y ahí estamos... a ver qué pasa...

    Saludos

    ResponderEliminar
  7. Es injusto, de todos modos, llamar "Edad oscura" al medioevo. Los renacentistas la llamaron así como una manera de destacar lo bueno que era lo que ellos construyeron, pero decir que fue una era de ignorancia y oscurantismo es exagerado. Las grandes ciudades se desarrollaron durante el medioevo, el comercio y la exploración crecieron, y no menos importante, se fundaron las grandes universidades ¿cómo no podría ser eso meritorio?

    ResponderEliminar
  8. Al parecer, ese monopolio de parte de la iglesia a trascendido desde mucho antes de la Edad Media, es un muy buen punto de vista que me ha exaltado y gustado mucho ya que toca las fibras de la religión cristiana que hasta el momento ha sido la mas dominante.
    Saludos!

    ResponderEliminar