sábado, 1 de marzo de 2014

Rumores…


Ruido confuso.

Voy a contar la historia de un experimento lanzado hace unos días en un programa televisivo de altas horas de la noche. Se habló de unas cartas que, en su día, se escribieron a cierta persona. Las cartas las había escrito, supuestamente, una mujer a otra mujer de la que estaba enamorada…

¿Hacemos un experimento? Se lanzó la pregunta a la mesa. Queda ahí la cosa hasta que empiezan a retomar el tema en otros programas. Y aunque en un principio todo fue negado por la destinataria de las cartas, luego admitió  que en el caso de que esas cartas hubieran sido escritas, ella nunca las había recibido.

Nuevamente en otro programa ya se hablaba de que las cartas iban a ser publicadas en una revista, pero que se dudaba de su autoría. Ahí queda el tema, de momento… porque continua y continua … Y no es que yo estuviera pendiente del asunto; pues en verdad sólo uso la tele para ver películas, o ver cómo se puede distorsionar una noticia… y poco más. Pero es que Jacinta, la del kiosco, me lo había contado con todo lujo de detalles cuando fui a por los caramelos de malvavisco que ella siempre me guarda. Y luego en el coche iba yo pensando ¿Hasta cuando y hasta cuanto se  retroalimentará el rumor? ¿Tan sustancioso es el negocio de las revistas llamadas del corazón? ¿O será que al fin y al cabo esa gente que vive todos los días de ese fogón donde cocinan noticias y que sólo su mérito es decir “Cuál es mi cámara” no ganen tanto con esa basura como se presume?

15 comentarios:

  1. Es que las cosas que le pasan a otros son mucho más fáciles de soportar.
    A veces la realidad personal puede ser tan dura que es preferible desviar la vista hacia otro lado.
    Un beso grande

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  2. Mientras entretengan libremente a unos cuantos o pocos, el negocio seguirá, a mi me es indiferente, hay muchas revistas a la venta y se puede elegir, a mi me gustan las de decoración y alguna de moda. Pilar mi quiosquera me dice que cada vez se venden menos revistas y menos periodicos. Un abrazo

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. ...detesto esta "basura", con todo mis respeto a los que si le gustan estos tipos de programas.
    Muy interesante tu blog; felicitaciones por ello.
    Saludos.
    Ramón

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  5. Dicen que no existe la tele basura, sino los/as espectadores/as basura.
    Felicidades por tu blog.

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  6. Hola, con tu permiso me quedo en tu casita, es un blog interesante...Muchas veces los rumores destruyen vidas, lamentablemente estan lejos de la verdad...y es obvio que ultimamente usan cualquier medio para difundirlo.
    Te deseo un bonito dia!!!

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  7. Son creadores de bulos y desarrollo de los mismos para desinflarlos posteriormente.

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  8. los que hablan y hablan de lo que otros hacen no hacen mas que hablar y hablar. Escuchar a los que nada hacen no tiene otro sentido que llenarnos la cabeza de cosas confundidas

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  9. No acostumbro a seguir esa clase de programas, porque estoy convencido que un equipo de redactores se encargan de inventar los bulos, para después de haber conseguido audiencia empezar a desinflarlos, preparando a algún personaje, previamente avisado para sumarse al embrollo televisivo.
    Es decir, pura bazofia.
    Un abrazo.

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  10. No me gustan esas movidas... Al final siempre hacen daño a alguien... Un abrazo desde Murcia.

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  11. Voy a contarte algo que me pasó, es largo, perdón.
    Yo era profesor en la Facultad de Psicología en la Universidad de Buenos Aires, un día cualquiera, yendo a dar clases, veo que en la esquina de la facultad un coche pasó muy cerca de una chica, tan cerca que hizo que tuviera que dar un paso brusco hacia atrás y se le cayeran los libros. A los minutos, ya dentro de la facultad, uno de los muchachos que atendían el bar me dijo que en la esquina había habido un accidente, no muy grave, pero había tenido que venir la ambulancia. Dos horas después, terminando la clase, un alumno me contó con estupor que en la esquina un coche había atropellado a una chica y la había matado. Dos o tres días después, escuché que dos alumnos hablaban del accidente fatal de la esquina en el que habían muertos 3 chicos y dos había quedado heridos.
    Te aseguro que fue así, yo había visto exactamente qué había pasado, pero la información fue mudando.
    Finalmente, en otra clase conté que yo había sido testigo directo del accidente sin importancia y el hecho me sirvió para explicar cierto mecanismo psicológico del ser humano de querer agregarle algo propio a cada historia, con lo cual hace que el concepto de verdad o realidad quede prácticamente anulado.
    Perdón, hoy estoy 'hablador'.
    Un abrazo.
    HD

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  12. !Hola!

    Los seres humanos, entre los que me incluyo,tenemos ese toque que nos excita cuando nos cuentan un chismorreo,nos da igual que sea un rumor,una verdad disfrazada o una realidad aplastante.El caso es que nos gusta ser espectadores y asistir a cualquier función,se cual sea.

    Lo malo de todo esto es que el rumor dañino condiciona a los que rodean al personaje objeto de dicho invento, y actúan en consecuencia de esa historia.Desgraciadamente, es algo inevitable.

    Los programas del corazón viven de situaciones parecidas porque existe un mundo de ojos,oídos y bocas esperando sus actuaciones.
    Hoy en día, no creo que cobren tanto como antaño,la cosa esta en crisis hasta para ellos.

    Muchas gracias por tu visita y amabilidad en mi humilde espacio,me honra.Me ha dado alegría volver a leerte.Muchos besitos.

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  13. Encantado de conocer tu "blog",he seguido tu huella hasta aquí y te lo agradezco.
    Es curioso cómo se distorsionan sin medida los acontecimientos de los que somos testigos, pero sobre todo los que nos cuentan.
    Yo recuerdo un suceso que tuvo lugar en un pequeño local de copas donde tuvo lugar una pelea entre varias personas y de la que fui testigo directo y privilegiado de toda la secuencia. Pues bien, cada grupo de personas distinto contaba una historia sustancialmente diferente según la perspectiva del punto en que se encontraban y el trozo de suceso al que le hubieran prestado atención.
    Apliquemos este principio a los sucesos diarios y sobre todo a la Historia...
    ¿Donde está la verdad?
    Un saludo Clarodecir.

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  14. Las noticias o en su defecto la invención de noticias es un producto de consumo y por lo tanto es convertible en dinero. Vivimos rodeados de cosas que no necesitamos, la propagación de invenciones (sean dañinas o no) es una de ellas.

    Saludos Clarodecir.

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  15. Muchísimas gracias a todos, y por esas aportaciones tan interesantes, gracias.
    Cuatro evangelios hay en el canon bíblico que fueron elegidos, entre los cientos que hay, por ser más semejantes. Aún así tienen diferencias considerables. Y es que como decía Antonio Machado: Tu verdad no; la verdad y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela.

    Mil gracias y besos para todos.

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