Un tango visto por el rabillo del ojo de este paisano...
Enrique Santos Discépolo, nadie como él logró manifestar tan crudamente esa modalidad del hombre de la calle, quizás de esos tipos de todos los tiempos.
Este existencialista del tango, en una de sus canciones máximas, nos dice que siempre "el mundo fue una porquería", que siempre ha habido "chorros, maquiavelos y estafaos, contentos y amargaos, valores y dublé"; pero con profunda amargura y desengaño, piensa que "el siglo XX es un despliegue de maldad insolente":
Vivimos revolcaos en un merengue
y en un mismo lodo todos manoseaos.
Hoy resulta que "es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante o sabio, chorro o estafador, lo mismo un burro que un gran profesor". Se queja:
¡Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón!
Cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón.
Mezclao con Stavisky va don Bosco
y la Mignon,
don Chico y Napoleón,
Carnera y San Martín.
¡Cuanta amargura hay en sus versos populares, cuanta tierna y malograda ilusión por los seres humanos, por la vida, por la patria convertida en un trapo sucio con lágrimas y barro!
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches,
ves llorar la Biblia contra un calefón.
Y así iba Enrique Santos Discépolo arrastrando por la calle Corrientes su infinito desprecio por la raza humana, y su infinto amor, esa contradictoria mezcla de desprecio y amor que sólo puede encontrarse en cierta clase de santos.
La vida es un tango y hay que bailarlo y yo elijo Cambalache, así mas o menos empezaba una entrada que publiqué hace tiempo. Los tangos son capítulos de vida y los escriben tristes y arrastrados. Me ha gustado leer tu entrada, abrazos
ResponderEliminarTiene el tango un son, un ritmo, un perder y anhelar que no dejan de ser un fiel y armónico reflejo de la vida, cuando se afronta con pasión.
ResponderEliminarPreciosa entrada
Ohhhhh es el autor de un tango q me encanta "chorra". Me reenganche al tango a traves de uno de mis detectives favoritos Atilano de Gutierrez Maluenda.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHe vuelto, y quiero quedarme.
ResponderEliminarCambalache es un tango que anticipó mejor que Nostradamus.
Un fuerte abrazo.
HD