Mientras firmas internacionales de moda y grandes cadenas de distribución seducen a su clientela con la actualización constante de sus diseños y los precios más competitivos,obreras en China, Marruecos, Bangladésh, Honduras y Rumanía viven rodeadas de prendas que confeccionan durante más de doce horas al dia a cambio de salarios que a penas cubren las necesidades básicas.
Moda: industria y derechos laborales. Guía para consumo crítico de ropa repasan las últimas investigaciones realizadas por la campaña Ropa Limpia internacional y las organizaciones que colaboran para documentar la realidad.
En Marruecos las trabajadoras tienen jornadas de 14 horas diarias por salarios inferiores a 100 euros y casi nunca superan los 200 euros mensuales. En Bangladesh, están entre 20 y 35 euros mensuales y los incendios y hundimientos de fábricas han matado a cientos de personas en los últimos cinco años.
Se investigan doce compañías como Inditex, Adolfo Dominguez, Benetton y H&M. Se analiza la evolución de los compromisos de cuatro de las más importantes empresas de ropa deportiva y se presentan las contradicciones entre compromisos y políticas reales de todas las grandes cadenas.
Es el precio del primer mundo, que tiene que existir un tercer mundo.
ResponderEliminarEs terrible lo que tienen que pasar las obreras de esas maquiladoras infernales. Acá en México hay muchas también.
ResponderEliminarTe comparto estos versos sobre el tema, por si acaso tienes tiempo y deseo de leerlos. Es una entrada antigua:
http://saboranisestrella.blogspot.mx/2011/05/callate-juana.html
Anís y fuerte abrazo.
Algunas de esas operarias trabajan en España encerradas sin salir del local y con salarios mininos. No hay que ir muy lejos para encontrarlas. Un abrazo
ResponderEliminarPienso que el problema, lo que obliga a esas personas a trabajar en esas condiciones de semi esclavitud es la incompetente gestión de su propio país. Estos, los omnipotentes comerciantes europeos, americanos o sea de donde sean, acuden a la mano de obra barata,y luego, es todo ganancias al añadirles su etiquetas. La necesidad obliga, y quien se somete a esas condiciones evidentemente no tiene otra alternativa. Aquí es donde debe hacerse uso de presencia la ética y la moral, pero las grandes marcas no tienen de eso, solo ven dinero en sus bolsillos. Si dejando de comprarles se evitara esa explotación, podría hacerse, pero al mismo tiempo ¿no sería perjudicar a esos trabajadores? quitarles la oportunidad de un trabajo con el que poder llevar un dinero a casa? Es un tema delicado que tiene una solución y es que los empleadores comprendan, entiendan, que ganar menos no es perder dinero. En una palabra, ¡HUMANIZARSE!. Se morirán con los bolsillos llenos, pero con el alma completamente vacía.
ResponderEliminarEsa gente tiene trabajo y posiblemente esos 200 euros satisfagan sus necesidades, quizas alla el costo de vida sea diferente al tuyo y por eso te escandalizas.
ResponderEliminarAdemas ellos no viven en tu mundo materialista. No sé, muchas cosas hay que mirarlas por los dos lados de las gafas
Charley, con mucho respeto, lamento disentir contigo. "Esa gente" no vive en un mundo materialista, es cierto, pero tampoco tienen acceso a cosas tan básicas como alimentación apropiada, educación, salud, una vivienda adecuada. 200 euros les resultará suficiente para sobrevivir y eso es todo. Para ellos no hay futuro.
ResponderEliminarClarodecir, la industria de la moda es tan horrible por dentro como cualquier otra que se oriente al consumo, sobre todo masivo. Lo que pasa es que su naturaleza (la vanidad) le da a la explotación unos tintes verdaderamente inmorales.
Saludos.
Buenas tardes, Clarodecir:
ResponderEliminarTe agardezco la información que compartes. Cada vez tengo más claro que actos cotidianos, como el decidir qué y dónde compras, pueden tener un efecto beneficiario para muchos si los realizamos con un mínimo de conciencia social.
Un abrazo.