Ellas ¿lo valen?

El solo hecho de que no quieran reconocer que son parte de la trama ya las retrata. Todas ellas son mujeres adheridas  al hombre, como un atrezo de adorno, no han demostrado para nada su valía como mujeres,  a lo más que han llegado ha sido, dicho en términos jurídicos, a cooperadoras necesarias en la ejecución del delito. Por supuesto que con estas piezas las mujeres no podemos reivindicar  nuestros derechos de igualdad.

La una por creerse la reina del mambo con su moreno Cachuli… dientes, dientes que es lo que les jode.

La dos, ósea la del centro, por creerse la princesa del cuento… y tragarse el cuento de su marido:”Querida Cristina, tu eres princesa; hija de reyes para siempre jamás”. Pero en el fondo de su corazón, Urdangarín no estaba tan seguro de que eso de la monarquía les iba a durar para toda la vida. Así que a trincar por lo que pueda pasar. 

Y la tres. Ni soy feminista y ni se me importa, tengo un banco en la calle Génova que me da todo lo que le pida.. Desde unas vacaciones en Jamaica hasta una pulsera de brillantes, y por supuesto los gasto de peluquería y masajes, eso son gasto de peccata minuta.

Todas ellas han demostrado ser mujeres de adorno, floreros. Eso sí, para que no se las tache de holgazanas han estado “blanqueando” esos billetes que casi nadie ha visto su color. 

Esperemos que mujeres con ese comportamiento y esa “presunción de inocencia” tengan fecha de caducidad en su impunidad y carguen con su responsabilidad sin tener que recurrir a invertir parte de lo que han robado en abogados de renombre para que jueguen con las leyes…