domingo, 28 de abril de 2013
El engaño de antaño
Una tarde de mayo, el anticuario paseaba tranquilamente por el centro comercial de la ciudad, cuando de pronto se paró ante un escaparate. Un gatito tomaba leche en un plato singular. El hombre advirtió enseguida que se trataba de un plato muy antiguo y valioso, por lo que entró en la tienda aparentando desinterés y dijo que deseaba comprar el gato.
-Lo siento- replicó el dueño- pero el gato no está en venta.
-Se lo ruego- insistió el coleccionista- necesito un gato en mi casa para que atrape los ratones y este gato me ha gustado. Estaría dispuesto a pagarle una buena cantidad.
-Está bien, en ese caso se lo venderé- dijo el dueño de la tienda con los ojos muy abiertos al ver el dinero.
-Por cierto- añadió el coleccionista- ¿puedo llevarme también este plato viejo? Al gato parece gustarle y no veo razón para que se desprenda de él.
-Lo siento- respondió el dueño-, pero ese plato me trae buena suerte. ¡Sólo en esta semana he vendido 68 gatos!
Qué bueno, con lo que me gustan los gatos y lo poco que me gustan las antigüedades. Aunque hay que reconocer que el engaño de antaño sigue vigente, o eso de pedir una cosa cuando estás interesado en otra, que es muy actual. Y si no que le pregunten a mi vecino que siempre está pidiéndome sal o azúcar. Lo de pedirme el abrebotellas con la excusa de invitarme a una copa de vino, lo entiendo, pero ¿qué interés habrá detrás del azúcar o la sal? ¿Qué plato andará buscando?
ResponderEliminarBesos.
AH no puedo creer el relato de ese gato ya había vendido 68 que groso
ResponderEliminarme gusta esa amapola de que esta en la ventana, se parece a las que estuvo repartiendo KENZO por su perfume Flower
un beso enorme Carmen
¡Eso! que lo que da suerte es un tesoro.
ResponderEliminarAbrazote
Yo esta vez no puedo opinar mucho. Lo conocía, pero con otro número. Un besito :-)
ResponderEliminarSbm:
ResponderEliminar¿Tal vez 69? Es que yo le suelo ver doble sentido a todo. Y por cierto ¿Tú eres del Norte? es que me extraña mucho que no pilles las ironías en mi comentario en tu blog...
A veces parece que eres uno de esos que dicen: a ver de que se trata para no estar de acuerdo. ;)
besito.
:-)
ResponderEliminarTal vez. Yo me mido mucho para no ver el doble sentido en ocasiones, no se vaya a meter la pata (y aún así la meto demasiadas veces). Si lees mi blog, y me consta que así lo haces, porque comentas, sabrás perfectamente de dónde soy. No saber pillar las ironías es síntoma de cosas "feas". Por un lado hay que conocer un poco a las personas para saber si la utilizan o no, por otro lado, yo la utilizo bastante, y por otro, hay temas donde no me sale (....). Lo que me dices no es nuevo para mí, de hecho hay algunas personas que me han dejado de comentar y se han cabreado por ello... :-( Cada uno es libre, o así tendría que ser. Un besito :-)
Jajajaja que bueno.
ResponderEliminarPues el chico estará contento, jajajaja. Es la primera vez que pasaba por aquí. Alfinal lo que vale es lo que verdaderamente tiene un valor para nosotros, y por lo que se ve, el gato no le importaba demasiado!!
Muy bueno, sí. Me ha hecho reir que no es poco tal y como están las cosas. Un saludo.
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