¡Que salga el perro!

El buen juez no se tambalea...pues siempre encuentra un punto de apoyo.

Ocurrió en la Corte de Justicia de Rudkoeping, Dinamarca. Al comenzar, el juez se dio cuenta de que el abogado defensor tenía un perro sentado a sus pies.
-Saquen enseguida ese animal de la sala- ordenó a los ujieres.
-Perdone, excelencia- replicó el abogado- pero éste es mi perro y no hay en nuestro país una ley que prohíba la presencia de un perro en una sala  de audiencias.

El juez titubeó un segundo y dijo con calma:
-Tiene usted razón. Pero existe una ley que prohíbe la presencia en ésta sala de los menores de 18 años. Por tanto se mantiene la expulsión: ¡que salga el perro!

Palabras intempestivas

Voy a hacer ahora de bufón, exangües cabrones, zorras abominables, no tengo miedo a lo que penséis, hijos de la gran puta babilonia, porque todos, absolutamente todos los que estáis babeando en el patio de butacas, sois más canallas que yo, y debería instalaros en una cuadra que es el lugar que os corresponde.

¡Que no cunda el pánico!

Lo anterior lo dijo un Dostoievski enfadado. Supongo que sus razones tendría. Y es que por muy conservadores que a veces nos tengamos  que mostrar, a todos se nos hinchan las narices alguna vez.

¿Un abismo sin fondo?

¿Por qué hay tanta gente que cree en la Astronomía, o dicho de otro modo, en la astrología? Pues ésta última denominación ha sido usurpada por la pseudociencia que hoy es como se llama a ese mundo de los horóscopos.

¿Y cómo es posible que tantas y tantas gentes crean en los horóscopos populares, los que salen en la prensa, en la radio y en la televisión?

Y...

¿Por qué todo se convierte en espectáculo, se comercializa, se compra y se vende...?

...MISTERIOS...

Carl Sagan...que aquí no nos habla de los agujeros negros...Pero sí, nos abre un poquito los ojos.

Timos, basuras, detritus, mierdas en colores

Manifestaba no hace mucho, un Premio Planeta en una entrevista en la que se mostró muy sincero, que se había sentido aliviado al comprobar que su estado esquizoide en relación con su tendencia a ver programas de televisión denominados basura, era bastante común, porque había llegado a la conclusión de que lo que a él le sucedía era algo que le sucede a todo el mundo.

Todos. Y dijo que al decir "todos" lo decía para no quedarse corto, ya que por una u otra razón, esos programas se ven: unos para hacer un estudio sobre la sociedad que nos ha tocado vivir, otros por mero sentido crítico y otros por inercia. Esto ya es moda.

¿Está enferma la mayoría? Se ha instalado la chabacanería, lo cutre, lo soez, la zafiedad, la grosería, lo tabernario, lo arrabalero, la ordinariez, la gamberrada, lo incivilizado, lo irrespetuoso, lo lenguaraz, la descortesía, la desconsideración, el descaro. Todos éstos son ingredientes imprescindibles en programas televisivos de mañana, tarde y noche.

Siempre leemos la misma historia

¿Leemos o no leemos?
¿Qué es leer? Porque leer leemos a todas horas.

Según la periodista Patricia Godino, leemos desde que nos levantamos por la mañana hasta que nos acostamos a la hora del sueño.
Leemos:
*Las etiquetas de los productos y alimentos que consumimos.
*La señalítica de la calle y las carretera.
*El correo postal.
*La propaganda que invade los buzones.
*Las cartas en los restaurantes.
*Las indicaciones del cajero automático.
*Los correos electrónicos.

Todo eso leemos.
¿Pero se puede decir que eso es leer?
Eso sólo es recibir información escrita.

Pero lo tradicional del concepto leer, es leer una obra literaria, científica o de divulgación, una novela o cualquier obra creativa. Todo eso hoy está a nuestro alcance y a disposición de cualquiera que se interese por ello: libro, ebook, revista, diario, página web o blog.

Y a pesar de todo nos quejamos de que no se lee lo suficiente. Y lo más chocante es que en las consultas de los psicólogos, cada vez más, se tratan casos de ansiedad por todo ese exceso de información.

Aunque la periodista citada, al final, hace una oda a lo tradicional. "Teniendo en cuenta el envejecimiento de nuestra sociedad, la disminución de la renta per cápita y los desastres educativos sucesivos, el libro mantiene su atractivo para un porcentaje más o menos estable desde hace unos años".
 

Los comienzos

Ante todo, pienso en los comienzos que deberían haber sido verdaderos comienzos. ¡Ay! Ahora veo también lo que quise..."Verdaderos comienzos, que aparecieran como sones de trompeta, como las primeras notas de una música de jazz, bruscamente, cortando de golpe el hastío, consolidando la duración; esas noches excepcionales en que uno dice: "Pasearía si fuera una noche de Mayo". Salimos, acaba de aparecer la Luna...y de golpe pensamos: "algo ha sucedido" Cualquier cosa: un ligero crujido en la sombra, una silueta ligera que cruza la calle. Pero ese acontecimiento fútil no se asemeja a los otros; enseguida vemos que precede una gran forma cuyo dibujo se pierde en la bruma, y entonces nos decimos: "Algo comienza"...

"Algo comienza para terminar. La aventura no admite añadidos; sólo cobra sentido con su muerte. Hasta ésta muerte, que acaso sea también la mía, y me veo arrastrado irremediablemente. Cada instante desaparece para traer el siguiente. Me aferro a cada instante con toda mi alma; sé que es único, irrepetible, y sin embargo, no movería un dedo para impedir su aniquilación..."

La Nausea. Jean-Paul Sartre.